La luz de Janucá no es una luz cualquiera sino una luz espiritual y vamos a ver que en este Jag la única mitzvá de rabanam (de los rabinos) es prender las nerot de Janucá. Luego veremos que hay distintas costumbres: con qué debe prenderse, cual se prende primero, etc; pero el ikar (sentido) es encenderlas.
La pregunta es por qué en Janucá hay solamente un símbolo espiritual, es decir, no hay una mitzva de hacer seuda con pan y vino , sino que comemos sufganiot y jugamos con el sevivon, pero estas son costumbres, no halajot.
Janucá es la fiesta de las luminarias porque el peligro principal en esa época era espiritual (se había prohibido casher, rosh jodesh y estudiar Torá.
En Purim recordamos el peligro físico ya que querían matar a todos los iehudim. Durante la época de los Hashmonaim lo que querían los griegos era que sigamos vivos, pero no como iehudim, que dejaran de cumplir mitzvot y se asimilaran a la cultura de esos tiempos.
Es por ello la importancia de este Jag que es meramente espiritual, no basta con el solo encendido de las luces de Janucá, tenemos que tomar enseñanza para el futuro.
Si nuestros sabios nos pidieron que recordaramos este Jag es para darnos a entender que debemos cuidarnos, hoy como ayer de los que quieren quitarnos nuestro ihadut.
Cuando Iosef hatzadit estuvo en Egipto, también tuvo pruebas espirituales. En la casa de Potifar, con la impureza de los mitzrim, pero a pesar de todo, él se mantuvo íntegro, superó los nisahiot (pruebas). Toda persona tiene la fuerza suficiente para pasar las distintas pruebas que se van presentando, tan sólo debe buscar en su interior.
La enseñanza de Janucá es que debemos encender nuestra luz espiritual, no sólo en nuestras vidas sino también en nuestra casa, en nuestro trabajo haciendo mitzvot, ya que eso es lo que va a iluminar el camino de todos nosotros.
Cuando las Nerot estén prendidas pensemos qué es lo que podemos encender en nosotros mismos. Quien no se pone Tefilin que empiece a colocárselos, quien no cuida Shabat que empiece de a poco con algo, aunque sea pequeño, pero algo.
Las mitzvot que empecemos a hacer en Janucá van a ir iluminando nuestro alrededor, a nuestra familia, a nuestros amigos y conocidos.
Cuando prendemos la segunda nerot, también prendemos la primera, y así cada día aumentamos en luz. Janucá nos enseña que siempre hay que aumentar en mitzot, en estudio, en espiritualidad.
- Algunas halajot y costumbres(Igualmente siempre consultar con su rabino):
-No comer mezonot durante la ½ antes del horario de encendido.
-No realizar trabajos (hombres y mujeres) durante la primera ½ después de haber encendido las nerot.
-Decir 7 veces el mizmor de tehilim 91 y el tehilim 1 en silencio, que es el mizmor que dijeron los Jashmonaim cuando fueron a pelear contra los helenistas.
-Decir el tehilim 30 porque en la palabra nefesh(milagro) está la Nun de ner (vela), la Fei de petila(mecha) y la Shin de shemen(aceite), tomado del Zohar Hakadosh.
El último día de Janucá es especial para pedir hijos.
Periodismo Kosher agradece al bajur ieshivá Ishai Soriano, por las palabras de Torá.
No hay comentarios.
Publicar un comentario