Las más de doscientas personas, escucharon atentamente la carta del Rebe, escrito para la ocasión.
Para Tzili y Dovid nuestra tefilá: “Bendito seas Tú, oh Eterno, D”s nuestro
y Rey del universo, que formaste al hombre a Tu imagen. En el parecido
de esa imagen le preparaste la mujer, para la sucesión perpetua de la
humanidad. Bendito seas Tú, oh Eterno, creador del hombre. Alégrese la
que fue estéril (Sión), al juntarse con regocijo sus hijos en
ella.Bendito seas Tú, oh Eterno, que haces que Sión goce en sus hijos.
Haz que se alegre esta pareja amante como alegraste a Tus criaturas en
el Jardín del Edén, en tiempos antiguos. Bendito seas Tú, oh Eterno que
das alegría a los novios. Bendito seas Tú, oh Eterno, D”s nuestro y Rey
del universo, creador de alegría y goce, del novio y de la novia del
contentamiento y del regocijo, de la felicidad y del encantamiento, del
amor y de la amistad, de la armonía y del compañerismo. Escúchense
pronto, oh Eterno, D”s nuestro en las calles de Judá y en las calles de
Jerusalén, las voces de la alegría,del goce, del novio y de la novia, de
la felicidad del júbilo nupcial, de los novios en sus festejos, y de
los jóvenes en sus canciones. Bendito seas Tú, oh Eterno, que haces que
se regocigen el novio y la novia y favoreces su bienestar".
Extraído del Sidur Matzliah Hashalem.
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