La novia llegó en una blanca limousine.
Con el knis colmado de gente el Rab. Aaron Benchimol ofició la ceremonia, Alberto Dayan fue el Jazán y estuvo acompañado por el coro de niños de la Institución, teclado, violín y violonchelo.
Para Jesica y Ezequiel nuestra tefilá: “Bendito seas Tú, oh Eterno, D”s nuestro y Rey del universo, que formaste al hombre a Tu imagen. En el parecido de esa imagen le preparaste la mujer, para la sucesión perpetua de la humanidad. Bendito seas Tú, oh Eterno, creador del hombre. Alégrese la que fue estéril (Sión), al juntarse con regocijo sus hijos en ella. Bendito seas Tú, oh Eterno, que haces que Sión goce en sus hijos. Haz que se alegre esta pareja amante como alegraste a Tus criaturas en el Jardín del Edén, en tiempos antiguos. Bendito seas Tú, oh Eterno que das alegría a los novios. Bendito seas Tú, oh Eterno, D”s nuestro y Rey del universo, creador de alegría y goce, del novio y de la novia del contentamiento y del regocijo, de la felicidad y del encantamiento, del amor y de la amistad, de la armonía y del compañerismo. Escúchense pronto, oh Eterno, D”s nuestro en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, las voces de la alegría, del goce, del novio y de la novia, de la felicidad del júbilo nupcial, de los novios en sus festejos, y de los jóvenes en sus canciones. Bendito seas Tú, oh Eterno, que haces que se regocigen el novio y la novia y favoreces su bienestar".
Extraído del Sidur Matzliah Hashalem.
Periodismo Kosher agradece a las familias Dubesarsky y Levi el permitirnos compartir junto a ellos tan especial momento.
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