La ambulancia que lo trasladaba se detuvo en Viamonte y Pueyrredon para que más de treinta personas (respetando las precauciones necesarias) entre las que se encontraban sus parientes más cercanos, pudieran rezarle un kadish.
Luego se lo trasladó al cementerio Sefaradi de Lomas de Zamora, para su descanso final.
El cuerpo fue enterrado, como indica la ley judía.
Quiera D"s Todopoderoso, que seamos merecedores de la llegada del Mashiaj, para que se acaben los sufrimientos de nuestro pueblo y del mundo entero.
Que no perdamos más tzadikim ni más hermanos ni por este virus ni por ninguna otra enfermedad conocida o no.

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