Meses, días, horas sin saber exactamente que le sucedió a un hombre que pasó una década tratando de resolver el Atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) sucedido el 18 de Julio de 1994.
Quisieron ensuciar su nombre, decir que se suicidó porque no tenía como justificar sus acusaciones.
Quién tomará su posta? Quién sacará a la verdad lo que pasó? Cuanto más tiempo debemos seguir esperando justicia?
Una frase que debemos seguir diciendo una y otra vez, por el fiscal y por la AMIA:

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