Pero no se conformaron sólo con eso. También destruyeron casas, entraron a kibutzim dejando una estela de tristeza y terror.
No discriminaron entre niños, jóvenes y adultos, sin importar su nacionalidad. Su única misión era destrozar todo y matar a cuantos pudieran.
También hubo otras humillaciones.
Secuestraron aproximadamente 250 almas, muchas de las que nunca pudieron volver a su hogar.
En esta defensa, y digo defensa, por que nunca quisimos una guerra, perdimos hijos, hermanos, padres y madres.
Todos sabemos que no llega al mundo la información exacta. Mientras Israel cura a sus heridos y enfermos también lo hacen con aquellos que llegan a los hospitales sin preguntarles su procedencia.
Podemos ver en las redes sociales como un padre árabe llora por su hijo muerto, mientras que no se dá cuenta que el niño salía en el video moviéndose. Era todo una farsa preparada para aquellos que piensan que el "cuco" es Israel.
Hoy es un día triste, y también lo fueron desde el 7 de octubre del 2023. Aún hay rehenes. Nos sabemos si están con vida o no.
Sólo nos queda rezar. Hacer tefilá con el corazón. Pidamos por aquellos que están cautivos para que regresen a su hogar, a su familia, a su vida.
Los queremos vivos, los queremos sanos, los queremos enteros.
Que nuestros jaialim también regresen. Que podamos vivir en paz. Es tanto lo que pedimos?
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