A partir de las 19.30 hs y con cupos limitados 2500 aves esperaban a las personas que deseaban cumplir con esta mitzvá.
Al ingresar se podían ver puestos de libros, artículos religiosos, relojes, adornos, degustación de vino y muchas cosas más en el Paseo de Compras
En el segundo salón había juegos electrónicos, flyppers, venta de pochoclo y copos de nieve.
En el tercer salón, donde también se encontraba el buffet, se solicitaba el número para luego realizar las kaparot.
El patio de juegos, también centro de reunión, conducía a otro patio (semi-cubierto con un toldo plástico) en el que se encontraban los pollos y las gallinas que serían sacrificados.
Se podía recibir el animal ó solicitarle a una persona destinada al efecto, para llevarla al lugar de la shejitá.
Cuando la persona necesitaba varias aves, se le entregaban en una jaula de plástico.
Cada uno y una leía una berajá que se había entregado con anterioridad.
El jefe de familia o personal de Jabad elevaba el ave por encima de la persona a la que se le hacía kapará y se le entregaba nuevamente el animal para ser entregado al shojet para su sacrificio.
Paso siguiente se decía una berajá (escrita en hebreo, castellano y fonética) y se tiraba un puñado de aserrín sobre la sangre derramada del animal.
Los pollos y gallinas se entregarán a instituciones.
El dinero recaudado será destinado para becas escolares.
Quiera D”s Todopoderoso, que seamos meritorios de obtener el perdón divino.
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