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¿Qué significa Tzedaká y cómo debe ser practicada?

La palabra hebrea tzedaká es frecuentemente traducida como "caridad", pero la traducción mas correcta sería "Justicia o Rectitud".
Ello difiere de caridad porque ésta es definida como "un acto de generosidad o de un auxilio a un pobre". la tzedaká no es meramente un acto de caridad: Toda vez que alguien proporciona satisfacción a otros-aún a los ricos- con dinero, comida, o palabras reconfortantes, está cumpliendo esta Mitzvá.
Existen muchas Mitzvot englobadas dentro de la Mitzvá de Tzedaká, que a su vez está dentro de un mandamiento más amplio de imitar las virtudes del Todopoderoso. De la misma manera en que Di-s cuida de nosotros, debemos esforzarnos para ayudar al resto de la humanidad.
Hay ocho estados o grados de caridad, cada uno más elevado que el anterior. En orden ascendente son los siguientes:
·El octavo y más bajo grado de caridad es cuando se hace a desgano.
·El séptimo nivel, es cuando se da menos de lo que se puede, pero con alegría.
·El sexto nivel, es cuando se da directamente al pobre cuando aquel lo solicita.
·El quinto nivel, es cuando se da la limosna directamente al pobre sin que éste lo solicite.
·El cuarto nivel, es el de la donación indirecta. El que recibe conoce al donante, pero aquel no conoce la identidad del beneficiado.
·En el tercer nivel, el donante conoce la identidad del que recibe, pero el que recibe no conoce la identidad del donante.
·En el segundo nivel el donante no conoce al que recibe y a su vez, el que recibe no conoce al donante. Cuando se contribuye a un fondo de caridad se da de esta manera. Fondos comunales administrados por personas responsables entran también dentro de esta categoría.
·La forma más elevada de caridad es ayudar a mantener a una persona antes de que se empobrezca, ofreciéndole una ayuda sustancial en forma digna, otorgándole un crédito adecuado o ayudándole a encontrar un empleo o establecer un comercio, de manera que no se vea obligado a depender de otros.
Inspirar y conducir a otros a que realicen tzedaká es una gran virtud y merece una recompensa más grande que la que merece el donante. De aquellos que lo hacen está escrito; “Y los que enseñan la justicia a la multitud, resplandecerán como las estrellas a perpetua eternidad” (Daniel 12:3).
Una promesa de tzedaká debe ser cumplida inmediatamente. Demorarse cuando se es capaz de cumplir inmediatamente una promesa es una violación del precepto bíblico: “Cuando hicieres un voto al Señor, tu Dios, no retardes el cumplirlo”. (Deuteronomio 23:21). Sin embargo, si cuando se formula la promesa se entiende que se cumplirá en un tiempo determinado, puede esperarse ese momento.
Todas las reglas anteriores sobre la tzedaká se refieren a las obligaciones y deberes del donante. Hay otras reglas que se refieren al beneficiario potencial:
·Una persona debe tratar de no convertirse en una carga pública y de no depender de los demás. Incluso un sabio distinguido o una persona notable, empobrecidos, deberán preferir un trabajo manual, aún de la clase más humilde, antes de depender de la caridad ajena. Los Sabios nos enseñaron a actuar de esta manera y nos dieron ejemplo de ello.
·Pero si no se puede subsistir sin que se reciba tzedaká, no se debe vacilar en aceptarla. Si esa persona es orgullosa y renuncia a la tzedaká se le compara con aquel que se quita la propia vida, y que a su pena agrega una transgresión.
·Es un deber religioso (mitzvá) prestar dinero al pobre, porque está escrito: “Si prestas dinero a uno de mi pueblo, a un pobre que habita en medio de vosotros” (Éxodo 22;24). Aunque las Escrituras inician el versículo con “si”, nuestros sabios consideran que este “si” quiere decir “cuando”; es decir, no como una acción voluntaria, sino obligatoria.
·La mitzvá de prestar dinero al pobre es más importante que la mitzvá de dar tzedaká a aquellos que la soliciten. Estos últimos se encuentran en la obligación de pedir, pero el primero todavía no se ha visto reducido a esa situación. Incluso si un hombre rico pide prestado, es una mitzvá prestarle. También es meritorio ofrecer consejo y orientación beneficiosos.
·Está prohibido exigir la restitución de un préstamo cuando se sabe que la otra persona no tiene aún los medios para hacerlo. La Torá dice: “No te portarás con él como acreedor” (Éxodo 22:24). Igualmente está prohibido diferir la devolución del préstamo cuando se posean los medios para pagarlo, ya que está escrito: ‘No digas a tu prójimo: vete y vuelve, mañana te lo daré . . .” (Proverbios 3:28).

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