Con un 61% de la población vacunada, solo los habitantes deberán cuidarse en lugares cerrados, por ejemplo comercios, por lo que se tendrá que llevar la mascarilla por las dudas.
Un año después del comienzo de la pandemia se firmó la orden para liberar se del incómodo barbijo, según la conclusión de los infectólogos del país. Siendo la tasa de infección muy baja y el exito de la campaña de vacunación, se pudo dar esta relajación en la restricciones.
Pero a modo de recordatorio de lo pasado, el tren eléctrico de Jerusalem seguirá luciendo el "barbijo" que tan necesario fue por tantos meses.

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