Con la presencia de más de ciento cincuenta personas, el Rab. Moishe Joaquín realizó el bort, dirigió unas palabras y el Rab. Eli Srugo hizo lo propio.
Las madres de la joven pareja lanzaron al piso un plato, como recordatorio de la destrucción del Templo de Yerushalaim.
La música no podía faltar, como así tampoco los bailes.